LA NUEVA NORMALIDAD PARA LOS QUE YA NO SALIAN DE CASA. Entrevista Lic. Georgina Peralta
Los últimos cuatro meses nos hemos visto obligados a modificar nuestras formas de habitar, de trasladarnos, de intensificar nuestros hábitos de higiene, adaptándonos al uso de tapa bocas y barbijos; En el proceso de infusión domiciliaria no es muy diferente.
Asumimos con responsabilidad, compromisos pre establecidos de cuidado, entre las familias y el grupo de enfermería, lo cual se encuentran reeditados para ajustarse al contexto de la pandemia. En principio parecían ser más rígidos y difíciles de implementar en cuanto a los protocolos y cuidados individuales y colectivos, sin embargo a medida que pasó el tiempo nos fuimos acostumbrando al cambio de manera positiva.
Con estas nuevas perspectivas, se debe tener en cuenta la tarea de los profesionales que deberá consistir en aconsejar, formar y acompañar en las repercusiones negativas que esta crisis puede causar en el momento de la infusión tanto a las personas que conviven en el domicilio, como a nuestros pacientes incorporando de manera favorable las pautas y precauciones brindadas por el equipo interdisciplinario.
Para culminar cabe destacar la importancia que se merece al gran trabajo en conjunto en pos de mejorar las estrategias para evitar la propagación del virus maximizando esfuerzos para todos los involucrados en este proceso tan importante de infusión en el domicilio.